jueves, 31 de julio de 2008

Más cosas de hace semanas..

A las afueras de la ciudad arde el mar mientras una tormenta eléctrica sacude la tierra. Trozos de polvo en suspensión y partículas de combustibles fósiles hacen imposible que el aire entre en mis pulmones. Por eso a las afueras de la ciudad ya no respiro. Demasiado tarde.

Sentados frente a frente. Todos los días igual. Una misma habitación azul muerte. Azul pálido a punto de extinguirse. Una sola ventana blanca e impoluta. La única bombilla deslizándose del techo en caida libre, directa a nuestras caras, inclemente. Tus ojos hermosos. Los míos esmeralda. Las manos entrelazadas. Una sola respiración, lenta y estable. Palabras que colisionan y nos hacen grandes. Silencios que dilatan la atmósfera. Cada vez más acogedora, más dulce, más vacía de cualquier cosa que no seamos tú o yo.
Algunas cosas de hace mil años..

Busco un nuevo enfoque, una nueva perspectiva. Un sonido que nunca antes escuché. Un instante de algo que no sé explicar. Un sentimiento que se me va de las manos, que sólo intuyo y me fascina.
Busco un trozo de tierra húmeda sobre el que hundirme plácidamente mientras me ensucio los talones. Un pedazo de espacio para respirar y no estar nunca más alerta. Un agujero por el que sólo entre luz . Una mirada que sea sólo para mí. Busco las palabras capaces de inmovilizarte.
Es sólo por esa búsqueda por la que vivo. Por esos momentos soñados , que a veces rozo y se escapan. Y es que vivo esperando algo que siempre que aparece se va . Algo que está condenado a la instantaneidad, fugacidad, extinción inmediata. Y sólo eso me importa. Y a veces aparece en estado puro. Es sólo una sensación que viaja a la velocidad de la luz. Otras se transforma en algo tangible . Entonces es menos intenso, pero me sacude igual…
Busco.

Papá era un hombre temido. Extremo, infeliz, ácido, maleducado. Dibujaba muy bien y no creía ni en dios ni en los curas . Imitaba a la perfección el canto de los pájaros y a veces, hablaba en poesía . Una mirada suya era suficiente para que te meases encima .Una palabra bastaba para sentirte importante . Papá era un hombre serio, firme, duro. Pero también era tierno y me quería.
Papá era una víctima de sí mismo. Una víctima de una jodida arteria que un día sin avisar estalló. Y toda su profundidad y su rabia se vertieron en unas horas. Y su imagen se fue esfumando de mi cabeza. Y empecé a temerle y a huir de él. Y empecé a huir también de mí misma.

Yo quiero ser un ángel y tú un demonio azul. Un demonio triste que me sonríe y me ama y me saca la lengua y me tira del pelo. Un demonio que se esconde. Solemne, intenso, arrebatador. Que me tienta y me confunde y me empuja más allá de mí misma.
Yo quiero ser tu ángel. Expandir mis alas y alcanzarte. Doblegarte a mi voluntad. Ser arrastrada por tus deseos.
Tu belleza y mi fragilidad juntas. Tus secretos más oscuros y mis verdades a medias.