lunes, 29 de junio de 2009

Este tío me quiere, pienso en mitad de algún momento húmedo en alguna noche exhausta de contornos delicados, verdes como la esperanza que persigo mientras la luz se va haciendo.
Porque mis deseos no siempre disponen del espacio suficiente para darse crédito a sí mismos. Pero, a veces, sí.
Y entonces ruge la fiera y brillan los colores. Y el amor es ya materia sólida y maleable, dispuesta ante mis manos, tendida bajo las plantas de mis pies, reflejada en todas las superficies que mis ojos ven, que mi piel roza.
Mañana acabarán los días de baja laboral. Puede ser una decisión precipitada o quizás no. Pero hoy escucho entre cada latido desacompasado un sonido de alegría, de ganas de, de alivio. Y supongo que ese pequeño detalle, aunque no salga en el electro, es el que al fin y al cabo, lo determina casi todo.

lunes, 22 de junio de 2009

Bajo la calle Castillo. Por fin puedo andar sin que el miedo me pise los talones. Mi corazón hoy no es el enemigo de adentro.
Me cruzo con A. y con su madre. Nos alegramos de vernos. A. ha engordado demasiado desde que le pasaron al leponex. Su madre tiene los ojos vidriosos y habla a la desesperada, igual que hablaría cualquier persona que lleva sufriendo una eternidad. Esther, tómate tu tiempo y mejórate, me dice A. Estás muy guapa, replica la madre.
Yo sigo la calle abajo deseando con todas mis fuerzas que todo vuelva a la normalidad pronto. La rutina me lo pone todo mucho más fácil y los pequeños logros diarios espantan casi todos mis fracasos inventados, el espejismo de un estancamiento que se hace desasosiego e inutilidad.
En casa me espera Dani. Le hablo de algunas cosas que se me pasan por la cabeza. Sólo un poquito por razones que tardaría mucho en explicar.
Se me olvida decirle que le quiero con todo el alma, que es el compañero que siempre he soñado, que su amor es un elemento constante en mi vida. Que así todo es mucho mejor.

viernes, 19 de junio de 2009

Soy mil caminos enredados que se bifurcan en cualquier dirección. Soy el peso de mi pasado y la carga hecha penitencia de cada uno de mis temores. Todas las personas a las que he querido y todas a las que no he conseguido comprender.
Soy el deseo de todo lo que se me escapa, la experiencia abortada en mitad de una reflexión interminable y estéril , el hambre de sensaciones, la revolución ciega abocada al choque inminente, las entrañas en carne viva, el eco del descontento y la manía incontrolable de ofenderme para así amortiguar las desilusiones que amortiguo con la culpa que me devora sin remedio.
Yonkie de los opuestos, bestia mansa, impulsiva a veces, pensadora compulsiva, tristemente disconforme, de anatomía frágil a punto siempre de la hecatombe, leal, cañera y detallista, una aspirante incansable a cualquier clase de alegría, intensa, ácida, posesiva, organizada y crítica.
Puedo ser persuasiva, irritable, bocazas, generosa, dramática, susceptible, exigente, impaciente, despistada y la perfecta compañía cuando me resultas atractivo o atractiva, cuando sé que me quieres.

jueves, 18 de junio de 2009

Los párpados me pesan como bloques de hormigón.
Una canción de Tori Amos y la noche entera para reconciliarme con todos los demonios que me rondan, para deshilachar la madeja sucia de emociones dolientes que me han asaltado estos días, para dormir por fin con el dispositivo de alerta apagado, para perderme en un camino de niebla y gotas de agua con los ojos cerrados.
Mi corazón ha rozado el límite del martirio que, suponía, mi cabeza podría soportar. Y de nuevo, puedo contarlo, escapando aprisa otra vez de la boca del lobo.
Al fin y al cabo sólo son unos miles de latidos desacompasados por día, con sus sacudidas y sus aterradoras paradas posteriores. Y si puedo descartar un fallo eléctrico del sistema puedo seguir haciendo planes de futuros nítidos y tranquilizadores, imaginándome nuevas posibilidades, dibujando una línea contínua en las hojas de mi calendario.
Y eso es cojonudo aunque en lo más profundo del pozo que soy duerman otros miedos más indefinibles. Igual que una sensación única que sólo has vivido tú y que jamás podrías poner en palabras ni compartir con nadie. Igual que esas imágenes oníricas o psicodélicas que sólo entienden los locos o los colgados. Como un cuento de Murakami sin final ni principio.
Así es el lado oculto de mi corazón hecho ahora luna creciente.

( son millones las gracias que daría a las personas que están a mi lado y que a su manera , que es la mejor de las maneras, siguen a mi lado todo el rato. Además hoy tengo la fibra sensible disparada y destrozaría todas las distancias y apagaría de un manguerazo toda mi rabia encendida, todos los sinsabores que tuercen las palabras. )

lunes, 15 de junio de 2009

Su sonrisa

Era la sonrisa más maravillosa que jamás había visto. Una sonrisa sin ningún otro ingrediente que no fuera la propia sonrisa.
Podía palparse en sus lejanas pupilas, en todas las arrugas que le surcaban la piel, en cada movimiento del aire que la envolvía.
Era una sonrisa desprovista de cualquier culpa o intento de escenificación, una fuerza oscura que imantaba mi alma de forma irremediable, que marcaba mi destino y me hacía desearla aunque mi corazón gritase un no rotundo.
Aléjate de ella, me repetía incansable.
Pero, al fin y al cabo, yo sólo era un pobre hombre rebosante de ingenuidad e ignorancia y quizás por ello, o por alguna otra razón que no alcanzo a entender, allí estaba otra vez, desnudo, tumbado boca abajo sobre aquella cama de tacto brumoso, en su inmensa habitación de tonos pálidos y paredes antiguas.
Acabábamos de hacer el amor, en silencio, sin dejar de clavarnos los ojos el uno en el otro y yo le dibujaba una línea invisible en su boca sonriente.
- ¿ te molesta que sonría? , me preguntaba.
- oh, no, no importa .. y mientras las palabras abandonaban mi cuerpo yo disimulaba una lágrima de júbilo que se me escapaba siempre por el ojo izquierdo, el de mis emociones desatadas.
Nunca entenderé la razón por la que amé tanto tiempo a aquella mujer. Era mucho mayor que yo teniendo en cuenta que por aquel entonces yo era demasiado joven para cualquier cosa.
Pero aquella época pasó y el mismo día que desapareció de mi vida me hice viejo para siempre.
Y nunca más pude encontrar una sonrisa como la suya.

viernes, 12 de junio de 2009

Dígitos, pulsaciones, centímetros, arterias que se hinchan y se deshinchan siguiendo el dictámen de un cuerpo que decide, árbitro invisible de un juego sin reglas.
Lato luego existo, me digo, y aunque las cifras sean lamentables laten en mis sienes, en mis muñecas y en cada escena vivida...
mientras espero el sonido del ascensor que anuncia tu calorcito
mientras me subo a cada uno de los taxis que me sirven de pies y de aliento
mientras sale el sol y sopla el viento y suben las temperaturas y me tumbo al lado de mis animalillos para así triplicar la vida que tanto deseo
mientras leo, escribo, hablo, escucho, miro, fantaseo, busco, encuentro, acepto y espero que todo esto pase, que llegue la tregua que me haga sentir un poco más completa, más capaz, más libre.

miércoles, 10 de junio de 2009

- ¿Qué son dos años en toda una vida?
- Te aseguro que dos años son mucho, una eternidad por lo menos, un sinfín de oportunidades, la puerta de mil desastres..
Es domingo por la mañana y hoy tampoco he conseguido descansar como hubiese querido. Estamos tirados en la cama mientras el tiempo se encoge a una velocidad pasmosa. Este fin de semana se escribe con letras de una cuenta atrás irremediable que va seguida de una exclamación que podría decir algo así como por fin estás con nosotros.
La presencia de César estos días huele a caricia robada, a fugitivo que hace un alto en el camino sólo para tomar aire y no caer desplomado, al roce eléctrico de una mano que se desintegra con sólo sentirla.
Y todo es tan normal como debiera ser si no fuese por el hecho de que no dejamos de hablar, acelerados, redundantes, sentenciosos. Conversamos y le damos cienmil vueltas a las cosas que le pasan últimamente al gorrión. Rompemos por unas horas cualquier pose de imparcialidad, nos empeñamos en resolverle todo dilema existencial. Nosotros. Ja.
(Yo ya le conté el sábado por la mañana, sentados en las escaleras de la entrada de un centro comercial y también le conté el sábado por la noche en aquel bar alternativo que han abierto a dos pasos de casa, qué entusiasmo, por dios: que ahora todo es mucho mejor, eso es en realidad lo que le dije, que me siento bien por dentro, sólo eso ).
La cabecita de César es una máquina atípica llena de tolerancia e ingenuidad, de una independencia difícil de comprender, de valor y cobardía a partes iguales. Y de desencanto por toneladas.
- Me gusta mucho escuchar a Dani, es esa seguridad con la que habla.. me dice con su voz limpia de cualquier maldad. Con unos enormes ojos que siempre me devuelven una Esther bella.
( a mí también me gusta Dani, así, tal como es.. y lo que resulta de mí a su lado).

jueves, 4 de junio de 2009


Recuerdo que en COU leí San Manuel Bueno Mártil, un librito de Unamuno que habla de un cura que en realidad no sabe si cree pero que hace como si sí creyera porque así es como consigue ayudar a otras personas. Y ya entonces pude verme en aquel personaje. Presentía que iba a jugar un papel muy parecido en mi relación con los demás. Y así ha sido.
Y aunque en realidad no me creo casi nada soy capaz de hacerme creer lo contrario sólo por ahorrar a otras personas algo de incertidumbre y de dolor. Quizás me he convencido de que si sirvo al resto de algo entonces es que SIRVO.
Pero la verdad está a años luz, en otra galaxia que no pertenece a este tiempo, esquiva a mis vanos intentos de atraparla.
La verdad no está hecha para mí y no sé si este hecho en realidad tiene algún tipo de importancia o es sólo que llevo dentro un alma revuelta enredada entre todas sus limitaciones.

( me pregunto que hay de cierto en las sentencias biologicistas que reducen los desvaríos de la mente a imágenes tintadas de diferentes colores, que se empeñan en clasificar lo inclasificable en sus manuales diagnósticos y que miran para otro lado cuando los propios enfermos demuestran que sus clasificaciones son en su mayoría incompletas, o incluso falsas, productos culturales que acotan lo inacotable: la subjetividad humana.
Quizás la grieta abierta entre el que razona y el que está loco no es más que un necio consenso entre " expertos" que de tanto repetirse ha silenciado la evidencia de que el loco razona perfectamente en numerosas ocasiones mientras que el razonante puede llegar a hacer cosas muy locas, incluso monstruosas.
Por eso prefiero mirar las enfermedades mentales como modos de elección del ser humano frente a problemas tan fundamentales como el poder, la culpa, el sinsentido de la vida, la derrota, el aislamiento, la pobreza , la injusticia, la venganza , el resentimiento, las desigualdades, la codicia, la envidia, los celos, el orden simbólico..., como un acúmulo de mecanismos de defensa, de deseos disfrazados, de placeres y displaceres difícilmente catalogables que necesitan dejarse oir, que necesitan del otro en su tránsito hacia lugares más luminosos).

lunes, 1 de junio de 2009

Me es difícil escribir ahora que escribo menos. Porque mi cabeza necesita hacer un mayor esfuerzo de reorganización de todo el material que son mis experiencias vividas, pensadas, inventadas.
Porque mis ritmos se han visto gratamente alterados desde que estás a mi lado, mi tiempo trastocado.
( Y es que acostumbraba a nadar en aguas turbias, a arrastrar pesadas cargas que suponía merecidas. Pero ya no. Ahora el presente es mucho más ligero. Y el futuro una promesa blanca. Por fin.)

Hoy me he levantado sintiéndome fuerte. Mi frágil anatomía me ha jugado una mala pasada estos últimos días. Me despierto con facilidad y cuanto más me urge dormir menos lo consigo. Es sólo una espiral de incomodidades a la que he puesto el punto y final. Hemos.
Sin demasiadas prisas he andado el trecho que me lleva al tranvía. Nada de correr, que se vaya, puedo esperar al próximo.
Buenos días a todos. Cada cual hace su propia historia del fin de semana. Minúsculas y con todo lujo de detalles. Asépticas, forzosamente adecuadas e intensas, íntimas, dolorosas.
Una vuelta por la planta. Tres evasiones este fin de semana y la voz de Dani a media mañana.
( te quiero porque me resultas admirable, una jodida explosión en mi corazón, porque era a ti a quien estaba aguardando detrás de cada esquina..)