sábado, 16 de agosto de 2008

M. me pregunta si la van a volver a ingresar. Lleva un chándal barato y huele demasiado a tabaco. Sigue yendo todas las semanas a la peluquería, pero ese gesto, acartonado a veces, de franco terror otras, no hay quien se lo peine.
Secadores y rulos para el alma. Y a buen precio, por dios.

No hay comentarios: