jueves, 13 de noviembre de 2008

Ser feliz está mal visto. Como todo aquello infrecuente produce desconcierto y desconfianza. Tampoco terminamos de entender que las personas sean buenas porque sí. Y nos cuesta separar todo lo anterior de la mera estupidez.
Con estos ingredientes Mike Leigh hace Happy. Un cuento anclado en la realidad por el que desfilan personajes que son símbolos de este tiempo. Y tras el miedo, la soledad, la locura y el enfado permanente brilla la esperanza puesta en la protagonista. Una chica menuda, hiperactiva y descarada que renuncia a la amargura como reacción a todo lo que no va a su alrededor.
Hay esfuerzo y fortaleza y curiosidad y bondad en esa chica. Y eso me gusta.

1 comentario:

ñ dijo...

Jo, te prometo que llevo dos intentos frustados para ver esa peli. A la tercera va la vencida!!!