jueves, 30 de abril de 2009

Tengo una bolsa entre las manos. Zapatos nuevos. Podré abrir las cajas cuando me quede sola. Quiero que llegue el momento ya. Espero.
Y es que me he cansado de las converse. Y de tomarme la vida demasiado en serio. A lo mejor ha sido solamente una coincidencia: estrenar zapatos y aprender a querer. Tirar la ropa vieja a la basura y desatar algunos nudos que me rasgaban la piel.
Hoy saldré volando a otro lugar. Cargada de regalos y de una maleta caótica que no deja de recordarme todo lo que se me ha olvidado meter y todo lo que me sobra. Las malas costumbres son contagiosas y mi maleta se parece a mí, qué le vamos a hacer.

(Dormir en el avión y saber que estás en mí. Y disfrutar y reirme mientras te echo de menos y espero el momento de volverte a ver..)

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