martes, 28 de abril de 2009

Soy un lago en calma azotado por el temblor inesperado de la tierra lejana.
Una gota de agua que se pierde en la superficie voraz e inestable del mar infinito.
Soy el pájaro que vuela detrás del eclipse, pegado a tu corazón.
La ranita olvidada de un cuento desgastado que nadie escribió.
Soy la pistola que jamás dispararé. La sangre coagulada en la más dulce de todas las heridas.
El deseo estrangulado.
El oxígeno que explota atravesando el espacio que me separa de alguna frontera, línea ocre donde poderte amar.
Soy el estallido sordo de una voz que derrama solamente blancura mientras el mundo oscurece. Sin apenas apagarse.

Cosas así se me pasan por la cabeza antes de irme a dormir.

En mi vida soy la que se dedica a ayudar a otras personas y a buscarse el equilibrio. En la tuya un personaje más. Unas letras en la pantalla del ordenador. Un dulce olor. Una voz para cerrar los ojos y no esperar otra cosa.

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