miércoles, 19 de agosto de 2009

Una adolescente de culo gordo y curvas generosas aprende a patinar igual que un pato a hacer piruetas cogida de la mano de otro adolescente enamorado de cada uno de los movimientos de su chica.
Yo paso al lado y les miro de reojo mientras sonrío por dentro imaginando que soy yo la que se lanza al asfalto sobre aquellos artilugios antipáticos con pinta de no dejarse dominar por personajes como la adolescente de culo gordo o yo misma, la chica con pearl jam al mp3 y un vestidito que en realidad es un pijama, que pasea en plena tarde y que terminará su ruta encontrando lo que buscaba: todas las temporadas de a dos metros bajo tierra en edición especial para coleccionistas, bien.
Por el bien de mi corazón y el de mis huesos y sobre todo, de mi cabecita destartalada, he decidido pegarme paseos como el de esta tarde aunque eso sí, prometo no agotar las existencias de todos los comercios de santa cruz.
O igual sí, qué coño.

No hay comentarios: