martes, 29 de septiembre de 2009

Tengo mala memoria. Soy excesivamente despistada.Y me desilusiono a la velocidad del rayo.
Además me cuesta aceptar como legítimos mis sentimientos, por lo que constantemente tengo la sensación de que debería sentirme de otra forma, de que mi tristeza es sólo un fallo en mi caótico sistema.
De aquí a la culpa sólo hay un paso.

Sin embargo suelo despertar buen rollo en los demás y me gusto a mi manera.
Podría ser más guapa, de acuerdo. También menos torpe.
Pero supongo que entonces ya no sería yo y en ese supuesto esta historia perdería su encanto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues claro cariño.Si fueras como eres a lo mejor todo lo demas tampoco lo sería.eso que comentan por ahi de moldear tu entorno respecto a tu forma de ser y tus necesidades.