jueves, 23 de octubre de 2008

Nos empeñamos en conseguir metas difusas. Quedan bien sobre el papel. Infinitos listados de objetivos, programas, fundamentos teóricos y logros alcanzados. Etiquetas ridículas para disimular la propia incompetencia, en no pocos casos.
Y sin embargo a ellos lo que les preocupa es bien distinto.
Hoy A. odia a toda la humanidad y le dice a María que se calle de una vez, que es aburrida. Yo estaba pensando lo mismo. Más salero, cojones. Supongo que mis charlas producirán efectos parecidos. Lo que pasa que A. ha decidido quererme y eso me coloca en una posición ventajosa.
S. ya no puede tomar cafés hasta que se le regulen los niveles plasmáticos de litio. Así no vomitará la medicación. Y a lo mejor salgo antes. Una pequeña tragedia cotidiana que la ha puesto del revés y que ella encaja con una serenidad y una resignación que me admiran.
V. está convencido de estar encerrado por las peleas en que se ha metido últimamente. No se lo cuentes a la doctora, que sino nunca salgo de aquí.
G. se queja de que con tanto fármaco ya no puede surfear. El otro día se pegó un buen piñazo bajando a los patos. Es la flojera.
A M.A. le duele mucho el culo y eso no le deja concentrarse. Y la tortura constante que son las voces. Que no ceden por más medicación que le enchufen. Me mira severo, apagado y de forma desapasionado me repite siempre lo mismo. Ésta es la mayor putada que te puede pasar. 19 años y no hay dudas. Esquizofrenia paranoide. Cambios sutiles en el comportamiento. Abandono de los estudios. Aislamiento progresivo. Aplanamiento de las emociones. Y las voces diciéndole que se mate de una vez.
Y C. que ingresó ayer. Diagnóstico de trastorno de ideas delirantes después de un año en la India buscando respuestas.

La que observa hoy está agotada. Las pilas a media cargar y las ganas de todo intactas. Por eso me voy un ratito a dormir antes del máster. Parece mentira como ha cambiado todo. Las inseguridades de antes hoy ya no están. Me siento integrada, relajada. Sin necesidad de demostrar nada. Nunca me imaginé haciendo cosas que ahora me salen solas. Es cojonudo.
Al llegar a casa Sonia me lo cuenta. Ha habido otra vez problemas en la tasca. Se va a al sur echando leches. Estamos bien enseñadas, siempre al pie del cañón cuando hay que estarlo. Más incapacitadas para pedir que para dar lo que haga falta.
Y Laurita que por fin ha pillado los billetes, y la Maripati que ya lleva dentro dos kilos y medio de Paula y .. la voz de Dani que me sonríe desde el otro lado del teléfono. Mañana el día es para nosotros. Pide todos los deseos que quieras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora ya no concibo una mayanita en el curro sin echar un vistazo a esta ventana de tu alma para ver si nos has regalado una de tus historias de esos personajes que te inventan o alguna de esas historias de tu dia a dia y de las personas que te rodean, unos mas felices que otros,otros con mas suerte,otros con mas resignacion, otros con una manera diferente de ver las cosas.
GRACIAS
DANIE"LO"

Anónimo dijo...

como puedes comprobar ya no utilizo ni los signos de puntuacion y tiene una razon....soy de la escuela de Saramago(en este nombre si que pongo mayusculas)