domingo, 19 de abril de 2009

Cargamos con una colección de verdades inventadas, tan absolutas e incuestionables como irrazonables y perturbadoras, sobre el mundo y sobre nosotros mismos, capaces de provocar un cataclismo por dentro, de arrasar a su paso, de disparar una reacción en cortocircuito, imparable y eterna y ciega a cualquier vivencia capaz de destruirlas.
Son verdades a medias que asoman la cara cuando bajamos la guardia. Perversas mensajeras de tez oscura y alma corrupta. Son las sombras de noches pasadas, el frío de otros inviernos.
Pero yo quiero dejar entrar la luz y el calorcito, los mismos que están ..
En tu forma de mirar, en tu sola presencia.
En los momentos redondos y en los que me clavan sus aristas sin que mi piel ya curtida, sangre.
En la serenidad y el cobijo y en medio de la intemperie que es sólo un instante, que pasa sin más.

Domingo nublado de una primavera que se hace esperar. Estos días han sido bonitos, como tantos otros. Me he reido mientras me dejaba llevar por el alcohol y la música y los resquicios de este alma adolescente que no pienso soltar por el camino. He disfrutado de cosas que valen mucho más cuando las comparto con Dani. He estado con Sonia, compañera incondicional de viaje capaz de darme la seguridad que por momentos me falta.
Estos días he sido afortunada, lo sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si. la adolescencia te ha asomado, mas de medio cuerpo,sobre todo dando patadas y empujones mientras derramabas la cerveza encima de nosotros.Espero que eso nunca se pierda y los viejos rockeros siempre asomen, aunque sea una vez al año.