miércoles, 9 de septiembre de 2009

.... en un rato sentí sus labios sobre los míos; dormí y me quedé atrapada en una siesta pesada con el bochorno de la tarde a mis espaldas; me conmoví viendo Libero, una peliculita italiana creíble, sin grandes pretensiones y capaz de tocarte el corazón; escuché al otro lado del teléfono las voces de María y de Sonia, cargada de un montón de buenas noticias ( que si mañana empieza en su nuevo curro, que si ya han conseguido batera, que si su nueva amiga ya puede respirar tranquila después de la biopsia del tumor maldito)

.... en un rato le cogí de la mano mientras nos reíamos con el primer capítulo de la segunda temporada de a dos metros bajo tierra

y nos atiborramos a ensaladilla rusa mientras él se mordía la mandíbula y yo le decía en silencio todo lo que le amaba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esas tardes que paso contigo son la mejor manera de pasar el tiempo.Sentir cada segundo tu amor y tener esas ganas continuas de expresartelo, me hacen sentir feliz y seguro.
TE QUIERO