miércoles, 23 de diciembre de 2009

Se me cierran los ojos ya. Quisiera contar muchas cosas. Hablar del calor que hace estos días, de las calles tranquilas de santa cruz o de cualquier otra cosa pequeña y agradable. Pero las ideas se me escapan antes siquiera de empezar a pensarlas.
Mañana es nochebuena. Estrenaré un vestidito de lana morado y Dani pinchará con la mesa de mezclas que le he regalado.
Lo mejor de todo es que no me sentiré culpable ni querré huir a ninguna parte.
Lo mejor de todo es que todavía me queda cierta esperanza.

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